Internet y los CIBORG, el futuro de la raza humana : ¿Podremos contratar una campaña en Google Adwords con la mente mientras cocinamos. Twittear con la mente y a metros de distancia de un PC? (actualizad0 julio 2017)
Una criatura entre dos mundos; el biológico y el tecnológico, es un CIBORG.
«En cristiano», un Cyborg (también es correcto escribirlo con «i» latina) es un organismo cibernético, al menos en cuanto al sentido etimológico de la palabra se refiere: cyber + organismo.
De las primeras definiciones que correspondían al término cuando se acuñó en 1960 de la mano de las investigaciones de Manfred Clynes, que intentaban definir a un humano mejorado a nivel tecnológico para su supervivencia en mundos extraterrestres, ha pasado mucho tiempo.
El término Ciborg se aplica en la actualidad para referirse en exclusiva a la convivencia de la condición biológica del ser humano con dispositivos técnicos que sustituyen o mejoran funciones orgánicas. Por ejemplo, quien porte un implante cloquear, un marcapasos o una extremidad electrónica, puede perfectamente considerarse un Ciborg.
Pero estos son solo los primeros pasos de los avances en investigación de nuevas tecnologías, aplicados a mejorar las capacidades o a suplir las deficiencias de funcionamiento del cuerpo humano.
Las conclusiones de los estudios que el ingeniero realizó, le hicieron asegurar que en un futuro Internet se basará en la capacidad telepática humana y que podremos comunicarnos unos con otros a través del pensamiento y vía Internet. Los experimentos de científicos como Warwick que desde los noventa trabajaron sobre la funcionalidad de la implantación de microchips en humanos, ha abierto campos tan alentadores como temibles. Kevin Warwick, con el primer chip auto implantado, fue capaz de controlar mentalmente la intensidad de las luces de una habitación, abrir y cerrar puertas y conectar aparatos electrónicos solo con el pensamiento. Su segundo experimento de implantación le permitió conectarse mentalmente a Internet.
Otros experimentos como implantes cerebrales para leer los colores o sentir las notas musicales han resultado éxitos reconocidos.
Las investigaciones van dirigidas a muchos campos no solo a la solución de problemas médicos. La tecnología Cyborg pretende explorar también las emociones humanas, y sobre todo conectar el intelecto del hombre a la explotación completa de la inteligencia virtual.
Un entusiasta defensor de esta última línea de avance es Dave Evans, un estadounidense, responsable de investigación de una empresa colombiana de electrónica. Evans aventura que en el año 2033 los humanos llevarán implantes en el cerebro.
Está convencido que con la miniaturización de dispositivos, en virtud de la nanotecnología será posible poner más tecnología en pequeños espacios, hasta poder hacer implantes cerebrales con procesadores, memoria y sistemas de comunicación y captura de video en estos milimétricos dispositivos. Y con ello «las capacidades de los humanos aumentarán con la electrónica».
El año pasado un grupo de investigación de la Universidad Miguel Hernández de Elche desarrolló y experimentó un proyecto que permitía conectando al ordenador unos cables que se colocaban también con el cerebro humano mediante un gorro de adhesión, y que permitían a la persona que estaba frente a la pantalla, navegar por la red, leer el correo y escribir sin necesitar nada más que la proyección de sus pensamientos.
Este a priori, aparatoso sistema del gorro de adhesión, no parece en absoluto complicado sustituir por el implante subcutáneo de un chip que cumpla las misma funciones.
Y si un chip implantado bajo nuestra piel es capaz en un futuro de hacer esto, ¿qué más podrá hacer? ¿Enviar propuesta comerciales? ¿Gestionar la reputación online de una marca? ¿definir las mejores estrategias de marketing, producto o social media?. Es lógico pensar que el sector de la comunicación integral y disciplinas como el marketing y la publicidad no serán ajenas a éstas novedades, que no por parecer alejadas en el tiempo por los muchos cambios que pueden suponer a todos los niveles; deben interpretarse como irreales.
¿Podremos leer nuestros email a 2 kilómetros de distancia, solo conectando el PC de casa con el pensamiento y abriendo el correo? ¿Contratar una campaña en Google Adwords con la mente mientras cocinamos la cena de la familia?
¿Podremos consultar las cuentas bancarias desde una hamaca en la playa sin necesidad de cargar con el portátil?
¿Podremos realizar una llamada de larga distancia sin teléfono, twittear a metros o kilómetros de distancia de un ordenador? ¿Podremos…?
[smartads]
Muchas preguntas que quizá tengan respuestas sorprendentes dentro de unos años, cuando los Ciborg y la raza humana sean una misma cosa.
¿Increíble? ¿Quién pensaba hace solo 50 años que podríamos compartir nuestras fotos con el planeta entero a través de una red social?
¿Quién pensaba que era posible disponer en tiempo real de toda la información de la actualidad de nuestras antípodas? ¿Quién creía que podríamos…?… y aquí estamos.
David Guiu / CEO Socialetic.com – Imagen por © charles taylor – Fotolia.com
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