En la actualidad, me es difícil pensar en una empresa, e incluso profesional autónomo, que funcione sin utilizar la tecnología para mejorar su productividad y gestión empresarial…
Me es dificil pensar en alquien que pueda permitirse no utilizar la innovación tecnológica, en su justa medida, para mantenerse competitivo y poder abordar los muchos procesos empresariales que, por ejemplo utilizando un software de gestión contable, de facturación, de gestión administrativa, gestión integral, ERP, CRM, etc.; se gestionan de forma más organizada, más cómoda, en equipo y desde cualquier lugar conectado a internet si trabajamos en la nube.
Además en muchos casos existen programas específicos para determinados sectores, por tanto programas especializados, que ofrecen muchas funcionalidades concretas, especialmente pensadas para determinadas acciones (léase, por ejemplo, programas de gestión de ventas, de contabilidad para PYMES, etc.), que por un coste realmente bajo (respecto a los ahorros de tiempo y rentabilidad); nos permiten agilizar y mejorar todos los procesos (incluso de una tienda online que, de hecho ¡no deja de ser un negocio!)
No creo descubrir nada nuevo en este artículo de opinión, puesto que la gran mayoría de empresas utiliza estros programas informáticos. Estos «softwares» o aliados tecnológicos, que una vez implantados en una organización la dotan de organización interna y de imagen de responsabilidad y saber hacer de forma externa.
Aún así, aunque en el inicio de este artículo comentaba que me era difícil imaginar «a nadie» que funcione sin utilizar estos programas tecnológicos pero, que duda cabe que en determinados casos; deberían de actualizarse. Es decir, utilizar la tecnología empresarial comentada, debe de estar sujeto a una visión de actualización constante, que igual que hacemos en muchos casos en nuestra vida personal incorporando los nuevos avances en tecnología móvil, electrónica, informática o internet en general; deben ir incorporándose en los programas informáticos empresariales.
[smartads]
Vivir ajeno a estos cambios empresariales, a la utilización de la tecnología empresarial e ir actualizándose hace que, irremediablemente, una empresa o profesional compita con menos recursos, con menos agilidad, y con menos calidad en muchos campos. Por tanto, y ya en la era de revolución tecnológica en la que vivimos, que como en anteriores ocasiones destaco como la mayor revolución jamás acontecida en la historia, mi sugerencia es «rodearnos» de esta parte esencial en la empresa actual y, si cabe, de los profesionales que sepan exprimir al máximo los beneficios de su uso.