¿Premilinares? Sí, ¡por favor!

Cada vez tenemos menos tiempo para dedicarlo a la pareja, para qué vamos a negarlo, pero si de intimidad hablamos… Las preliminares siguen siendo cosa sagrada. La expresión “preliminares” en este caso, si no lo sabes, se refiere a este tiempo de cariño mutuo que antepone y predispone a la relación íntima, y que tan importante es a la hora de establecer este puente entre la excitación y el acto en sí.

Ocuparnos de nuestra sexualidad es esencial para controlar nuestro nivel de estrés, de frustración, quemamos calorías  y por supuesto, nos acercamos a nuestra pareja de un modo más especial.

Da igual los quehaceres pendientes, pueden esperar, este es nuestro momento.

Mundo detente ahora, estamos en lo que estamos. 

Quiet@ parad@… Pero ¿Qué haces? Ya te has desconcentrado ¿a que sí? Tu no, yo…

Y es que a la hora de la estimulación de las zonas erógenas femeninas un gesto mal calculado puede dañar toda una tarde de mensajes cariñosos y una noche de miradas prometedoras. Todo está listo, has conseguido este tiempo a solas… Habrá que emplearlo con efectividad.

Tenemos 5 partes de nuestro cuerpo poco exploradas que debemos enseñar a la pareja que lo haga y, por supuesto, enseñarle cómo hacerlo adecuadamente. Pedir la intensidad, la frecuencia y el momento adecuado de la estimulación es cosa nuestra, para adivinanzas no son para esta parte del dormitorio. Bueno, o si, de vuestra imaginación dependerá.  Estas zonas normalmente no reciben especial atención, son rozadas por “accidente” y nos estamos perdiendo experiencias que podrían ser dignas de ser llamadas extraordinarias.

No debemos tener miedo a expresar nuestros deseos, la intimidad cuanto más estrecha y más aspectos abarque, más satisfactoria: ahí si, ahí no… Y si no me crees, ahí van los tips:

Zona posterior de la rodilla: La cantidad de terminaciones nerviosas de esta zona y lo fina que es la piel son una combinación perfecta para  disfrutar al máximo, y sin embargo casi nadie se fía en esta una zona. Tomarse su tiempo a veces es mucho más romántico y divertido. La mano de tu pareja no es la mejor herramienta para esta parte de tu cuerpo, así que te invito a utilizar la imaginación… Un leve mordisqueo con suavidad en esta zona también puede ser interesante.

Pies: A menos que sufras de cosquilla extrema en esta zona, o no te guste que te toquen los pies, entrégalos a la aventura. Aquí sí la boca de tu pareja debe tomar protagonismo. Muy interesante y placentero es el juego de empezar por los pies y seguir subiendo, además, para ambos.

Nuca: Esta estaba claro ¿no? Es sentir un roce en la nuca y todo nuestro cuerpo sufre un escalofrío. La esquina de la sábana, un dedo o una pluma suave pueden alargar este toce y hacer que todos tus sentidos se despierten.

Parte interior de la muñeca: Aquí vale apretar, mordisquear y besar sin medidas. Al igual que el primer punto, es una zona cargada de sensibilidad al toque o al roce, así que a explorar.

Cuero cabelludo: Una zona es poco explorada, pero un masaje en esta zona puede ser muy relajante y sexy. Con las puntas de los dedos y con mucho cariño, este masaje puede convertir tus preliminares en la mejor que hayáis probado.

¿Prestáis, tu pareja y tú, especial atención a estas zonas del cuerpo?

Lo mejor es que no son detalles complejos, no requieren un especial esfuerzo y forma física y la satisfacción está garantizada. Luego, podéis añadir otros elementos, como los juguetes eróticos. Actualmente estos productos son muy fáciles de adquirir en tiendas eróticas o sexshop online, Tiendatuppersex.com por ejemplo, tiene más de 10.000 juguetes eróticos, pero esto hay que dejarlo en la intimidad de pareja, o no?

Que disfrutéis ;).