La mayoría de las pymes actualmente reconocen que estar presentes en internet es clave para conseguir más difusión para su negocio. Si bien muchas veces el desconocimiento de las diversas opciones para entrar en la red hace que muchas empresas pongan en marcha páginas que no les sirven para llegar a sus potenciales clientes.
Seleccionar el tipo de web que se adapte a lo que nuestro negocio necesita es tan importante como ubicar una tienda física en el lugar adecuado.
Por Belén Solana
@eaempresarial – en Facebook
¿Qué tipos de web podemos hacer?
En función de la naturaleza de los productos o servicios que ofrezca la compañía y de los recursos de los que pueda disponer para realizar el mantenimiento posterior, habrá que seleccionar el modelo de página que más interese. En esta línea, cuando vamos a iniciar un proyecto web encontramos las siguientes variantes:
– Sitio corporativo: se trata de una web básica destinada a aportar la información fundamental del negocio y a derivar a los usuarios a un contacto directo con la empresa mediante mail, formulario web, teléfono o visita física. Suele constar de las siguientes secciones: presentación con la descripción de los servicios o productos a la venta, formulario de consulta, dirección y datos de contacto y minigalería de imágenes.
– Página de negocio: en este caso además de mostrar los datos fundamentales, incorpora la venta online indirecta (la tienda es un apartado más de la web, y en ella se puede realizar el trámite de compra de un producto o servicio pero la gestión última se deriva al negocio físico) y las opciones de mejora del posicionamiento orgánico como son los sitemaps, los enlaces a redes sociales para generar comunidad online, las estadísticas de visitas, las últimas actualizaciones en redes sociales, el alta en los buscadores, etc.
– Tienda online: esta es una variante de la página de negocio pero en esta ocasión la tienda es el centro de la web. Se basa en el catálogo de productos o servicios para mostrarlos en la web y todo el proceso de venta se realiza online. Incluye el registro de usuarios para que puedan realizar las compras, las conexiones con los módulos de pago, ofertas destacadas, etc. Esta modalidad ha evolucionado con las redes sociales hasta el punto de que muchas empresas están optando por montar directamente sus ecommerce en Facebook.
– Blog: este tipo de páginas se suelen utilizar como complemento a los sitios corporativos o a las páginas de negocio, de hecho en muchos casos, están integradas dentro de las mismas. Su finalidad es la de compartir contenido en la red, ya sea en forma de post hablando sobre noticias relacionadas con el sector, a modo de tutoriales/consejos sobre los productos, comparativas, etc. para generar interactividad con los clientes (que comenten, que den su opinión, que nos pregunten dudas, etc.).
[smartads]
Como clientes, debemos exigir al proveedor de páginas web que nos facilite, además del acceso, un manual básico de manejo del gestor de contenidos en el que se haya montado para que, en caso de que vayamos a asumir el mantenimiento de la misma, podamos tener un conocimiento mínimo de cómo hacerlo. Además, aunque se le haya encargado el mantenimiento posterior, conviene no olvidarse de solicitarle unos datos de acceso al gestor para poder realizar consultas cuando consideremos oportuno.