El uso de las nuevas tecnologías es bueno. Es bueno en su justa medida. Aislarse del mundo real, o mejor dicho del que todos conocemos fuera de internet, no debe dejar de representar a nuestro mundo. Un mundo en que las personas, con «cara y ojos» y no virtuales, no es que debamos de valorar, sino de usar como la verdadera realidad que nos envuelve.
Conectarnos a internet, trabajar con internet, comunicarse con internet y comprar con internet, nuevamente decir, son temas muy interesantes. En su justa medida, ya que como decía el filósofo griego Epicuro «Disfruta de los placeres en su justa medida, para mañana poder volver a disfrutar de ellos».
No se trata de ser catastrofistas. No se trata de mirarnos al ombligo, ya que aunque quizás no estemos (nosotros) al borde del precipicio que diferencia el uso y la adicción, muchas personas de nuestro entorno pueden estar próximas a él. Muchas de las que incluso nos congratulamos por ser sus amigos virtuales. Sus contactos de negocio online.
Aquí dos vídeos para pensar. Dos vídeos duros, directos a la emoción. Que deben tenerse en cuenta para que hagamos uso consciente, positivo, con criterior y sentido común de este mundo tecnológico que nos envuelve. Y que cada vez irá a más. A mucho más.
Atención: estos vídeos pueden herir su sensibilidad.
[smartads]


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