Excitación ¿dónde te has ido?

¿Dónde ha ido a parar aquella animada amiga? La que no daba descanso a las pasiones…

Para hablar de la apatía sexual  o ausencia de libido podría mencionar la maternidad y el amamantar (que afecta a muchas mujeres por el agotamiento que supone amamantar a un recién nacido), del desgaste por los roces de la vida en pareja, de la autoestima dañada por la influencia externa de los cánones estéticos actuales. Pero solo puedo hablar desde  la sencillez de la pereza, que es la parte que me toca como no-profesional en el tema, y además ME TOCA. Estamos acostumbradas a escuchar que nuestra libido disminuye por estos principales motivos pero pienso (no entrando en términos clínicos, existen enfermedades como la depresión que nos apartan del deseo sexual, pero no me compete a mi definir) que muchas veces la apartamos nosotras, o más bien nuestro subconsciente.

Estamos mucho más cómodas sin tener que ocuparnos de esta parte de nuestra vida, y nos limitamos a suplir la necesidad cuando aparece. Suena horrible, lo sé, pero a mí también me ha pasado, y con gusto lo hacía – ¿ponerme sexy yo ahora? venga ya…que trabaje Rita…–  Solemos mezclar rutina con monotonía, y no amiga, no es lo mismo. La rutina es lo que convierte tu casa en un hogar, la monotonía es lo que puede llegar a destruirlo.

Dice la wikipedia de esta amiga (la libido) que de vez en cuando nos abandona sin querer regresar:

Libido (del lat. libido: «deseo», «pulsión» y en un sentido estricto: «lascivia») es también un concepto descrito en la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud. Se refiere a la energía de la pulsión, o más propiamente, al afecto ligado a la transformación energética de las pulsiones, cuya meta original sería siempre sexual (si bien puede ser «desexualizada» secundariamente, lo que implicaría inexorablemente renuncia o compromiso y un esfuerzo para canalizarla de manera diversa). La mente es un sistema cuyo equilibrio resulta del conflicto entre tendencias o instancias opuestas: se trata de fuerzas o pulsiones (‘energía psíquica profunda que orienta el comportamiento hacia un fin y se descarga al conseguirlo’). Esta energía que opera en la dialéctica interna de la psique se la llama libido.

Deseo, pulsión, lascivia… ¿Cómo alimentar estos sentimientos? Me preguntaba yo y he descubierto que, entre otras cosas, a través de la vista.

¿Vamos a tratar de encontrar y potenciar nuestra libido para sacarla a pasear? No para agradar a la pareja o cumplir con la vida marital ¡Vamos a pasárnoslo bien, chicas! Verás lo boquiabierta que te dejarás a ti misma y a tu compañero de cama.

Apartamos la pereza y damos un poco de alas a la imaginación, una pizca de picardía y el concepto de “insinuar es mejor que enseñar” podemos lograr alimentar la vista de nuestra pareja y conquistarle cada día a través de este sentido. Tener delante a una persona que te desea es excitante, activa tu deseo.

Estar cómoda con tu cuerpo es parte importante en tu relación; no pretendo decir con esto que tengamos que estar a dieta o maquilladas cada día, todas tenemos un lado muy sensual que con el paso de los años vamos ahogando. ¿Porque a los chicos les gusta tanto las películas para adultos? Es fácil: les nutre potencialmente la vista, y a través de ella, el cerebro y este estímulo les excita. Muéstrate tal y como eres, pero potencia tus puntos fuertes e insinúa antes de enseñar. Tu pareja no te reconocerá!

Déjale que te vea con estos zapatos de tacón que nunca te pones. Puede resultar muy erótico que te presentes en la habitación (en el garaje, en el salón…) con tacones y lencería… Vale un babydoll de encaje, un conjunto de sujetador y tanga (todas estas cosas que no nos ponemos jamás porque son la mar de incómodas),  un pijama de raso cortito (o largo hasta los pies, que también es igual de sexy) y hasta una de sus camisas desabrochada estratégicamente.

Además puede ser excitante y estimulante para ti preparar esta sorpresa. Imagina mientras trabajas todas las cosas atrevidas que podrías hacer y que visualmente podrán ser excitante para tu pareja y para ti.

Si te da un poco de vergüenza busca la media luz, (o atrévete con ella, el lanzarte a pesar del miedo también potencia la excitación). Cubre con una camiseta tu lámpara o enciende velas eróticas para lograr un ambiente muy sensual y romántico. Te sonará a tópico pero cuando lo pruebes…tópico será todo lo demás.

¿Y qué pasa con los chicos? Queremos verles en estado puro…

Ellos también tienen que sacar a relucir su belleza, su lado sexy que a nosotras también se nos puede reavivar a través de la vista (y tanto…) ¿Quieres que tu chico se ponga sexy? Díselo. Observar a tu chico mientas se estimula, pedirle un striptease o un baile sensual pueden llegar a ser  tremendamente erótico para nosotras. Quizás sea esta la chispa que te hacía falta para reactivar tu gigante interno dormido. Piensa en qué cosas te gustaría y compártelas con tu pareja, su respuesta puede llegar a sorprenderte, y nos gusta mucho que nos sorprendan ¿a que sí? Nosotras también tenemos fantasías y ponerlas en práctica hará que vuelvas a tener interés por el sexo.

Deja de pensar en tu pareja como “papá” o como “el que comparte techo contigo” y sácale brillo (que ordinariez acabo de decir…). Ver a tu chicarrón animado también te ayudará a no volver a permitir que tu excitación se vuelva a marchar.

La importancia de los juguetes eróticos

Este pequeño paso puede abrir la puerta a probar muchas otras cosas en pareja, o tu sola… Una película, unos juguetes eróticos, posturas más atrevidas, practicas desconocidas… A lo mejor descubres que te gusta algo que hasta ahora no contemplabas.

Hasta no hace mucho para algunos era “complicado” adquirir juguetes eróticos, ya que mucha gente es reacia a acudir a un sexshop. Pero actualmente esto está superado, ya que existen numerosas tiendas eróticas online, como el sexshop.erosparty.es donde comprar cómodamente desde casa y con total seguridad.

Y pásatelo pipa. Mañana habrá que madrugar, sí, pero hoy se disfruta.