Google se ha convertido en el juez y parte de todo lo que está publicado en internet. Eso de “si no apareces en Google no existes” se ha convertido en una frase tan manida como amenazadora. Por eso cada vez se recurre más a la ayuda de expertos.
La agencia de marketing online de Barcelona, Estudio 34, lleva años trabajando en el campo del posicionamiento, asesorando a clientes de todo tipo en la mejor forma de aumentar su visibilidad y su tráfico a la web.
Esta actividad requiere una gran labor de seguimiento ya que Google no es estático y, de buenas a primeras, puede cambiar el algoritmo y quedarse fuera los que primero aparecían. Por ello, el trabajo es constante, midiendo los resultados y ajustando la estrategia según se vaya viendo el éxito.
Así, esta agencia posicionamiento SEO de Barcelona insiste en que lo más importante es ponerse en la piel de quien queremos que nos busque – nuestro cliente objetivo – y plantear una serie de palabras clave con las que puede hacerlo.
Google permite poner publicidad pujando por palabra y es lo que conocemos como posicionamiento SEM (Search Engine Marketing), pero antes de todo eso es importante trabajar con un buen posicionamiento orgánico de partida (SEO).
¿Cómo se consigue entonces?
Las palabras clave son fundamentales para ello. Lo primero que hay que hacer es distinguir desde las más genéricas hasta las más específicas y una vez hecho, ordenar por categorías para construir frases como las que tú mismo como usuario emplearías.
Por ejemplo, si tienes un blog de cocina, ya sabes que palabras como gastronomía, receta o cocinar serán palabras importantes, pero es muy difícil posicionarse en ellas por lo genéricas.
En este caso concreto sería interesante centrarse en algunos temas más específicos y escribir sobre ello. Por ejemplo: “cómo hacer un huevo poché”. De esta forma se puede disponer de un post concreto con la receta, que enlace a otras con huevos y viceversa, es decir que otras con huevo enlacen al del poché.
Igualmente es importante que ese post que nos servirá de anzuelo esté bien redactado, supere las 300 palabras que suele requerir Google como mínimas, así como que cuente con recursos de fotos con nombre, negritas o cursivas o enlaces.
El tema de los enlaces no es baladí porque también ayudará a generar notoriedad y movimiento al blog, por lo que hay que elegirlos bien de tal forma que le sean interesantes al lector. Siguiendo el ejemplo de los huevos poché, sería interesante llegar a una receta de huevos rellenos o a trucos para saber si un huevo está bien o no.
Pero no solo tienes que pararte en los huevos. Esta operación la tendrás que hacer con todo lo que redactes, poniéndote siempre en el papel del lector.
Por otra parte, muchos gestores de contenidos cuentan con su propio semáforo de posicionamiento SEO, por lo que será allí donde puedas jugar con las palabras también, con el título y con la calidad del contenido y llevarás una gran parte del camino ya hecho.
