La creación de empresas se encuentra estancada mientras crecen los concursos y disoluciones en lo que llevamos de año. Las franquicias continuan mostrándose como una opción muy válida para salir de la crisis unida al apoyo emprendedor
En los ocho primeros meses del año se han constituido 60.889 nuevas empresas en España, según el Estudio sobre Demografía Empresarial publicado por INFORMA D&B, compañía del Grupo CESCE, líder en el suministro de Información Comercial, Financiera y de Marketing. Esta cifra supone un crecimiento del 3% respecto al mismo periodo del año pasado.
En concreto en agosto se alcanzan 5.998 constituciones, cifra inferior en un 18% a la del mes de julio precedente, y similar a la de agosto de 2011, cuando se constituyeron 6.001 empresas.
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El capital invertido en lo que llevamos de año es de 5.937 millones de euros, muy por debajo, un 63%, al pasado año. Esto se debe en gran medida a que en el primer trimestre de 2011 se realizaron algunas constituciones atípicas[1].
En agosto la inversión asciende a 416 millones de euros, un 26% más que el mismo mes en 2011 pero un 374% menos que en julio de este año.
Las disoluciones registradas en los ocho primeros meses, 19.694, crecen un 17% respecto al año anterior. Estas empresas empleaban a 79.180 personas y facturaban 20.600 millones de euros. Los 1.716 procesos de agosto suponen un incremento del 17% frente al mismo mes de 2011 cuando se registraron 1.471. El número de empleados ascendía a 6.882 y su facturación era de alrededor de 1.992 millones de euros.
Por su parte, los concursos desde enero, 5.132, aumentan un 31%. Estas empresas contaban con 45.709 empleados y una cifra de ventas de 14.010 millones de euros. En agosto el número desciende un 66% respecto a julio, para quedar en 265, después de cinco meses superando los 700 concursos.
Para Nathalie Gianese, Directora de Estudios de Informa D&B, “los indicadores de demografía empresarial en agosto han marcado una pausa pero los datos en los ocho primeros meses revelan una situación preocupante, con un estancamiento de las creaciones de empresas y un descenso de la inversión, a la vez que se incrementan las disoluciones de empresas”.
