En una sociedad en la que todos vamos muy deprisa y tenemos el síndrome de la falta de tiempo para todo, no es de extrañar que cuando nos suceda algo como la necesidad de comprar recambios de pilotos de coches valoremos la posibilidad de poder hacerlo online, sin tener que estar yendo de taller en taller, corriendo el riesgo, además, de que nos pare la policía.
Y es que la digitalización también ha llegado al sector de la automoción. En todas sus facetas y en todos sus ámbitos.
Desde las múltiples aplicaciones para móviles que se han desarrollado en los últimos años de tráfico, movilidad o geolocalización de vehículos en ciudad, hasta los proyectos de vehículo autónomo sin conductor.
Y es que la industria del automóvil no para de crecer. En 2016 fue el sector industrial con mayor crecimiento. Es un sector que se está reinventando en las nuevas necesidades de movilidad de los usuarios, basta pensar en fórmulas como Car2Go o la reciente presentación en Madrid de eMov.
El subsector de talleres no se puede quedar atrás en esta revolución.
Ha de hacer frente al creciente aumento de encargos, tanto de reparación de chapa como otras necesidades. Así que concentrar parte de su negocio en dar un mejor servicio, más inmediato y que facilita la vida al usuario a través de fórmulas digitales en forma de tiendas donde poder adquirir productos que puedan reparar los conductores solos sin necesidad desplazarse, como faros, retrovisores o todo el conjunto de recambios de pilotos de coches, es esencial para no perder el tren de la aplicación tecnológica.
Poner a disposición de los clientes una página o plataforma donde poder realizar un pedido y pasar sólo al taller a recogerlo o esperar a que llegue a casa el recambio solicitado, es mucho más cómodo y eficiente que tener que estar esperando a ser atendido en el sitio físico con el desplazamiento que eso conlleva – si además se tiene una avería.
Y, por parte , disponer de esta plataforma ayuda a hacer mejor las previsiones, ganar tiempo en el desarrollo de las tareas y gestionar de manera más eficaz los stocks almacenados en el establecimiento.
En este sentido, la tecnología trae ventajas, tanto a las industrias, que ahorran procesos, como a los usuarios y conductores. Contribuyen a hacer la vida más eficiente, ganando microsegundos con cada operación que puedan realizar online, con cada calle que pueden evitar tomar y así saltar el tráfico, con cada minuto que pueden ahorrar al esperar al transporte público.
Es cierto que la digitalización de los talleres es anecdótica, pero por mucho que siga avanzando el vehículo eléctrico en el parque móvil de nuestro país, los talleres seguirán prestando su servicio, por lo que, simplemente, deberán continuar adaptándose a la irrupción de tecnología en el sector y ofrecer servicios online es el primer paso. Después vendrá el vehículo autónomo de Tesla, Uber o el proyecto de Google, pero, si algo es seguro es que cada operador que forma parte de esta larga cadena de automoción es consciente que las nuevas tecnologías han venido para quedarse y para cambiar la forma de entender el transporte, la forma de entender toda esta industria y la forma de vivir en las ciudades.
