La tecnología en la comunicación empresarial, una necesidad
Que la comunicación está cambiando es todo un hecho. La tecnología, más que el contacto físico, es actualmente el elemento que predomina en cualquier acto comunicativo y el medio más predominante, ya sea que estemos hablando de la comunicación interna de una empresa, de su mensaje de cara al exterior o de cualquier otro tipo de intercambio de información.
A día de hoy, ninguna empresa tiene la capacidad de llegar por completo a su público sin una buena estrategia comunicativa a través de las redes y las nuevas tecnologías.
Dentro de estas nuevas formas de contacto con el cliente y con la sociedad en general, cada vez aparecen formatos menos formales y aburridos que nos ayudan a crear una imagen completamente diferente de nuestra organización o compañía. Un ejemplo lo tenemos, durante estos días, en Francia. En la campaña electoral que está teniendo lugar en el país vecino, un candidato llamado a tener un papel residual en ellas ha conseguido dar la campanada, y se sitúa ahora entre los favoritos a llevarse la victoria. ¿Cómo lo ha hecho? Con la tecnología.
Jean-Luc Melénchon, el candidato del frente de izquierdas Francia Insumisa (algo así como un equivalente a Podemos en Francia), ha conseguido subir en las encuestas como la espuma gracias a un despliegue muy imaginativo de medios. Primero, con unos hologramas que permiten que sus mítines se retransmitan en unas cinco o seis ciudades francesas a la vez, incluyendo colonias como las Islas Reunión o Martinica. Con ellos, ha logrado batir récords de asistencia a sus mítines, así como también la está rompiendo con ingenios como el Fiscal Kombat, una parodia del Mortal Kombat en la que Melénchon pelea con sus enemigos capitalistas.
Visto el éxito de las técnicas poco ortodoxas en un campo como la política, ¿cómo no van a funcionar estos métodos que unen nuevas tecnologías y métodos poco formales también para el mundo de la empresa? Al fin y al cabo, cualquier firma se podría beneficiar de este tipo de campañas de imagen, en las que ya no solo ofrece un contacto a miles de usuarios y clientes de todo el mundo, sino que también les proporciona el método de contacto. A través de videoconferencias, grabación de webinarios o, mismamente, del formato de los hologramas, cualquier firma puede labrar una imagen no ya solo moderna o actual, sino también cercana y útil para muchas personas.
Además, los beneficios de este nuevo tipo de comunicación son múltiples.
Y es que, por ejemplo, siempre podemos acompañar estas videoconferencias o webinarios con la subida de material en la red, por lo que juntaremos algunos de los mejores aspectos de la comunicación física (el contacto visual, el feedback) con los de la comunicación mediante Internet (total disponibilidad de ficheros y documentos, facilidad geográfica, etc.). Así, aún después de haber dejado el seminario atrás, cualquiera podrá volver a repasar las conversaciones, los documentos o los temas tratados en el encuentro. Sin duda, todo un lujo comunicativo que, por otra parte, está al alcance de cualquiera.
Por si aún eres un poco escéptico con las posibilidades del nuevo mundo comunicativo creado por la tecnología, o con su capacidad de adaptación a diferentes ámbitos, solo hay que ver el ejemplo de la lectura continuada de El Quijote.
En un evento que, en principio, podría sonar muy poco tecnológico, miles de lectores se juntaran para narrar diferentes partes del libro de Cervantes a través de videoconferencias y conexiones de diverso tipo, desde lugares tan distintos como Tokio, Nueva York, El Salvador, Chile, Brasilia, Bucarest o Kiev.
La tecnología ha llegado a la comunicación para quedarse. Que ya esté presente en los mítines políticos o en las celebraciones literarias más clásicas, dice mucho de ello. Por lo tanto, ¿cómo no abrazarla también en el mundo de la empresa?
