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El sueño y el descanso son fundamentales para el bebé,  y no solo por cuestiones de bienestar físico.  Mientras el recién nacido duerme, está fabricando la hormona del crecimiento (Gh) y desarrollando la memoria, que le ayudará a asimilar los conocimientos aprendidos durante el día. El sueño contribuye también al buen funcionamiento de los mecanismos cerebrales y del sistema nervioso en su conjunto.

sueño del bebeSi un bebé duerme bien, el bienestar se extiende a la familia. Y si no, que se lo pregunten a todos aquellos padres que se levantan continuamente durante la noche para atender a los llantos de su bebé.

¿Cómo mejorar el descanso del recién nacido?

En la primera etapa de su vida, los niños duermen cerca de 18 horas al día y tan solo se despiertan cuando sienten hambre o perciben  algún estímulo. A medida que van creciendo, las horas de sueño disminuyen y es el momento de introducir rutinas que favorezcan que el bebé llegue a su cuna relajado y con buena disposición para dormir.

Aquí os ofrecemos algunos consejos para alcanzar con éxito esta tarea:

El baño y preliminares

Para inducir a un sueño reparador y gratificante, uno de los mejores trucos en el baño. El contacto del bebé con el agua tibia, la esponja empapada en jabón y el secado suave con la toalla suelen constituir una rutina muy apetecible para los bebés.  El baño tiene propiedades relajantes y ayudará a que el niño concilie el sueño con mayor facilidad.

La importancia del colchón

Tanto los bebés como los adultos necesitamos una base de descanso adecuada, que permita alcanzar un nivel de bienestar óptimo durante la noche. Hemos de tener en cuenta que pasamos una media de ocho horas durmiendo, por lo que es importante hacerlo de forma cómoda y gratificante.

En el caso de los recién nacidos, a la comodidad de un colchón debe añadirse la seguridad. Muchos niños se giran durante la noche y acaban situados en posturas comprometidas para su salud. El colchón de cuna debe estar dotado de elementos transpirables que faciliten la eliminación de humedad y eviten el riesgo de asfixia.

Es conveniente que la funda sea 100% natural y que el relleno esté fabricado con materiales antialérgicos. En cuanto a la consistencia, lo mejor es optar por un colchón firme, pero no exageradamente rígido. No son convenientes los conchones demasiado blandos.

Posturas para dormir, ¿cuál es la más adecuada?

La posición más correcta y segura para el sueño del bebé ha sido objeto de largos debates entre especialistas. Durante un tiempo se afirmaba que lo mejor era poner al recién nacido boca abajo, ya que así se evitaba el riesgo de tragar el vómito.

Actualmente, los expertos recomiendan que el bebé duerma boca arriba, porque se reduce la posibilidad de la denominada “muerte súbita del lactante”. Además, mientras el niño duerme en esta posición acostumbra a ladear la cabeza. Este gesto aporta seguridad, ya que evita el atragantamiento.

Espacio confortable

El lugar donde duerma el bebé ha de ser confortable e invitar al descanso. Debe evitarse cargar el espacio de muebles, objetos e incluso juguetes que puedan representar un obstáculo a la hora de conciliar el sueño. Y atención con los colores de las paredes: los más recomendables para favorecer el descanso son los tonos suaves.

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